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Jorge Desormeaux, exvicepresidente del Banco Central: “El Imacec muestra que el aterrizaje de la economía será más complejo de lo esperado”

El economista respalda al ministro Marcel y dice que aunque lo ve “solo”, su gestión ha sido “mejor a lo esperado”. También, cree que el emisor debe ser “prudente” en sus próximas bajas de tasa para evitar que el dólar se dispare.

Por: Sebastian Valdenegro | Publicado: Lunes 5 de febrero de 2024 a las 04:00 hrs.
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La semana que acaba de concluir estuvo cargada de números.Todo partió el martes, cuando el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reveló que el desempleo cerró el 2023 ubicándose en un 8,5%, dando cuenta de cierta mejoría en el margen de la calidad de las ocupaciones.

El miércoles fue el turno del Banco Central, quien redujo la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 100 puntos base para llevarla a 7,25%, entregando también un sesgo expansivo para los próximos meses.

Y todo concluyó el jueves, cuando el instituto emisor dio a conocer un decepcionante Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), que en diciembre del 2023 se contrajo un 1%, peor a lo que esperaban los analistas y resultando en una caída anual del Producto Interno Bruto (PIB) de 0,2%.

Datos que hacen ser pesimista al exvicepresidente del Banco Central, Jorge Desormeaux.

El economista de la UC y con posgrado en el MIT señala que el Imacec demuestra que el escenario del Banco Central, que contemplaba un crecimiento de 0% en 2023, “no se dio” y que la desaceleración de la economía es “algo mayor” de lo que considera el Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre.

“Lo que muestra es que el aterrizaje de la economía será más complejo de lo esperado”, señala quien también presidiera el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) entre 2019 y 2022.

 - ¿Cuán fuerte puede ser el aterrizaje?

- Va a ser suave en el sentido de que no van a ser números que muestren un deterioro importante. La caída en 2023 nos hace partir 2024 con un déficit que va a significar que, para crecer a las tasas que esperábamos este año, la economía va a tener que experimentar una aceleración.

- ¿Hay fundamentos para que esa aceleración ocurra?

- Debiera darse una reaceleración de la economía en la medida que las tasas de interés comiencen a normalizarse, ya que han sido el principal factor que ha incidido sobre la actividad económica.

- Todos los sectores prácticamente cayeron en diciembre.

- No es solo la caída del Imacec en general, sino que el hecho que todos los sectores están mostrando caídas, con la excepción del comercio que experimenta un pequeño crecimiento en el mes. Eso es una señal de que probablemente no se trata solo de un problema de tasas de interés, sino que hay un problema también de confianza que no se ha resuelto enteramente.

- Usted asesora y participa en varios directorios de empresas. ¿A qué se debe ese problema de confianza que menciona?

- Creo que hay dos cosas. Uno es la tasa de interés, que claramente hiere a algunos sectores mucho más que a otros. Lo hemos visto en el sector de la construcción, el inmobiliario y en el sistema bancario.

Pero además hay un problema de confianza, claramente, no resuelto. Pensábamos que al dejar atrás el tema constitucional íbamos a tener una mejora en las expectativas y esto se iba a traducir en un impulso de la economía. Pero la verdad es que sigue habiendo, y también lo dice el informe de Percepciones de Negocios del Banco Central, un problema de confianza no resuelto. Tal vez, había mucha expectativa de que algunos de los problemas del país los resolviera la nueva Constitución, como la reforma del sistema político. Bueno, eso no se dio.

- ¿Hay algún efecto de las reformas que se están discutiendo? Impuestos, pensiones e isapres.

- El factor más importante es básicamente el hecho de que es difícil hoy planificar a plazos largos con la incertidumbre que hay. Cuando uno invierte, está movilizando recursos con la esperanza de obtener un fruto de ello. Hoy, claramente, esas condiciones no se están dando. Andrea Tokman menciona como un factor relevante que percibe un sesgo antiempresarial.

- ¿Hubo un optimismo exacerbado? Se registraron varios meses consecutivos de crecimiento e incluso el Gobierno celebró los resultados, interpelando a quienes anticipaban una caída de la economía el año pasado.

- La verdad es que siempre es difícil hacer pronósticos respecto de la actividad. Y es fácil contagiarse cuando ve tres o cuatro meses de crecimiento sostenido. Eso lleva a pensar que lo peor ha quedado atrás, pero lo que muestran estas cifras es que, ya sea el impacto de las tasas de interés o los problemas de confianza no superados, claramente nos están cobrando la cuenta.

- El Ministerio de Hacienda tiene una estimación de crecimiento para este año de 2,5%, que está en la parte alta del rango del último IPoM. ¿Dónde se ubica usted?

- Hay cosas que apuntan en una dirección y otras que apuntan en la otra. El cierre del 2023 claramente empuja en una dirección bajista, pero la inflación ha bajado mucho más rápido de lo esperado y eso va a significar que también las tasas de interés se van a normalizar con un poco más de velocidad de lo que estábamos esperando. Y las dos cosas se tienden a compensar.

El apoyo a Marcel

- ¿De qué manera se puede impulsar el crecimiento de la economía? Porque el Gobierno ha desplegado varios planes, por ejemplo los cambios a permisos dentro del pacto fiscal.

- La gente tiene que sentir que tiene un horizonte de planificación predecible, y que la carga impositiva de las empresas no se constituya en una desventaja competitiva. Claramente hay necesidad de mayores recursos fiscales, pero cada vez que ese tema se toca genera un impacto en las expectativas.

Como señaló Manuel Marfán, cada vez que hay un problema de recursos, se suben los impuestos y ello termina frenando la inversión y el crecimiento de la economía, que es lo que ha sucedido en los últimos 10 años. Y lo que hay que hacer es básicamente crear las condiciones para crecer.

En este sentido, el creciente consenso de que el crecimiento debe ser el norte del país es un avance muy importante.

- ¿Es la oportunidad para subir los impuestos? Hay un momento económico complejo, pero también está la urgencia de financiar políticas sociales como la PGU y el mayor gasto en seguridad.

- Más que centrarnos en qué se va a financiar, en lo que hay que realmente concentrarse es en cuáles son los recursos extra que hay que agregar para que el país cumpla con las metas fiscales que se ha fijado el propio Gobierno. Ese es el tema clave.

- ¿Cuál es su balance de la gestión económica del Gobierno en estos dos años?

- Hay un compromiso del Gobierno de realizar cambios importantes a los permisos sectoriales y reducir los tiempos para la tramitación de proyectos, pero diría que en general hay una percepción de que la conducción económica no es predecible.

Ahora, si yo tuviera que hacer un balance, diría que la gestión de Mario Marcel en Hacienda ha sido exitosa y creo que ha sido mejor de lo esperado. Obviamente, para quien está haciendo inversiones se requieren probablemente niveles de confianza mayores que no hemos alcanzado, pero el trabajo de Marcel ha sido fundamental para que hoy día estemos hablando de que hay que recuperar el crecimiento y que ese sea el norte del país.

- Eso se aplica al ministro Marcel, ¿pero al Gobierno en su conjunto lo ha visto empeñado en reimpulsar el crecimiento?

- No hay duda de que el ministro Marcel está bastante solo, pero está bastante empoderado también. Lo que yo no quisiera es que él realmente terminara apesadumbrado por todas estas luchas que tiene que estar dando simultáneamente. Pero en general los ministros de Hacienda están muy solos porque son los que dicen que no.

Uno ve al Gobierno efectivamente alineado detrás de Mario Marcel, no he visto mayores críticas públicas a su conducción. Uno siempre quiere más, pero creo que en el fondo, dadas las características de este Gobierno y su origen, la verdad es que estamos en una situación mejor de la que uno podría haber esperado.

- Ahora, las cifras fiscales del cierre del 2023 fueron peores a lo esperado.

- La principal razón de que los números no sean los esperados no viene por el lado del mayor gasto, sino que por menores ingresos. Pero igual preocupa que en un momento de tensión fiscal se esté ampliando la cobertura de la PGU y esté creciendo el empleo público. En este sentido, la reciente advertencia del CFA sobre la necesidad de alcanzar un balance estructural equilibrado para que el nivel de deuda prudente no sea superado resulta muy oportuna. Estamos a tiempo todavía.

Banco Central: actuar con prudencia

- ¿Cómo vio el mensaje que entregó el Banco Central respecto a las futuras bajas de tasas?

- Está por verse cuán agresivas serán las próximas bajas de tasas. Lo que dice el comunicado del miércoles es básicamente que el escenario central del banco es el que delineó el consejero Alberto Naudon en Londres el 15 de enero.

Diría que la inflación probablemente va a bajar a más de lo que contempla Naudon, porque vamos a tener una nueva canasta de IPC que va a llevar a una inflación aún más reducida.

El problema es que eso naturalmente debiera significar una mayor velocidad para normalizar la tasa de interés. Pero el problema es que eso está condicionado a lo que pase con el Fed. Si hoy el tipo de cambio está llegando a los $ 940, ¿otra reducción de 100 puntos base dónde deja el tipo de cambio? Esa es una cosa que preocupa al Banco Central, de lo que ya dio cuenta en octubre cuando moderó el ritmo de rebajas de tasas.

Yo me temo que el Fed no está con el mismo nivel de apuro que nuestro Banco Central. Si uno mira entre líneas el comunicado del Fed, está diciendo que no hay rebaja de tasas en marzo. Al decir eso, está dejando abierta la puerta para una rebaja de tasas, tal vez, en mayo o en junio. Eso significa que si bajamos tasas en forma agresiva antes de que el Fed haga su tarea, vamos a tener una fuerte presión sobre el tipo de cambio. Por lo mismo, me temo que la normalización que queda no va a ser tan agresiva como han planteado algunos analistas

- ¿Podemos volver a ver el dólar en $ 1.000?

- Creo que el Banco Central no lo va a permitir.

 Hay que ser prudente en esto. El Fed va a bajar las tasas en mayo o en junio, a más tardar. Eso significa que en la próxima reunión el Banco Central va a tener que ser cauteloso y calibrar con mucho cuidado la baja de tasas para no llegar a niveles del tipo de cambio que puedan ser desestabilizadores para la economía chilena.

- ¿El Banco Central debiera considerar una reunión extraordinaria en marzo? La siguiente es recién en abril.

- Es algo que está dentro de sus posibilidades. Si hay una preocupación por responder rápido a un cambio en el régimen de la Fed, se puede citar a una reunión especial. Eso se ha hecho antes y se puede volver a hacer.

- ¿Las bajas de tasas no debieran ser tan agresivas hacia adelante? El banco ha dicho que llegará a la tasa neutral hacia fin de año.

- A fin de año, la tasa del Fed habrá bajado en forma significativa. Se habla de 125 a 150 puntos base, lo que permitiría acomodar una normalización rápida de la tasa local. La trayectoria tiene que pasar por un período donde podría ser conveniente bajar un poco el pie del acelerador para no generar mayor presión sobre el tipo de cambio.

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